El periodo del Renacimiento (1400-1600) fue un momento de renovación, no solo de una ciudad, sino de un país y toda una región a través del arte y de las actividades humanísticas, como la pintura, la escultura, la literatura, la música, la arquitectura, entre muchas otras.
El corazón del Renacimiento fue Florencia, una ciudad que desafió la “mentalidad de rebaño” y que encontró en la creatividad una manera de defenderse, y de hacer crecer su poder político, cultural, económico y social.
De hecho, podemos decir que esta es la historia de cómo los líderes florentinos crearon un movimiento basado en fuertes ideales, en las artes, en el potencial humano, en la creatividad y en la lealtad a su ciudad de origen (en tiempos de “líderes mercenarios”), que cambió la historia del mundo occidental para siempre.
Entre estos líderes y muchas otras personalidades, hay dos personajes clave para la comprensión del contexto renacentista: los banqueros (que eran mucho más que solo hombres de negocios) como Cosimo de Medici y su nieto, Lorenzo de Medici, el Magnífico, los dueños de facto de Florencia en el siglo XV.
En Induct sabemos que [Tweet “la innovación tiene que ver con observar el pasado para liderar el futuro”].
Os presentaremos, en tres posts, las lecciones de liderazgo inspiradas en aprendizajes de los grandes mecenas renacentistas. No quiero dejar de recomendaros las fuentes de el contenido que os presentaré en esta serie de posts. A estos aprendizajes hemos llegado a través del MBI de Deusto, del libro del profesor Steinar Bjartveit (guía en Florencia de los alumnos del máster de Deusto), que os recomiendo a todos, “Power and Dignity“, basado en los personajes principales del Renacimiento en Florencia, así como otras lecturas que también os recomiendo, especialmente How to think like Leonardo da Vinci, del especialista en el maestro Leonardo, Michael J. Gelb.
Os resumo los citados aprendizajes en esta serie de 3 posts sobre las lecciones de liderazgo de los líderes del Renacimiento. Espero que os guste, ¡empezamos!
Liderazgo basado en la bondad, la humildad, el trabajo duro, la responsabilidad, la (a veces tensa) gestión de las relaciones con las instituciones, y el interés y la promoción de las humanidades.
Cosimo di Giovanni de Medici llegó a ser el líder de facto de Florencia, gracias al poder económico derivado de sus actividades bancarias. De hecho, el banco Medici fue uno de los más importantes de la época, ya que contaba con oficinas en Roma, Milano, Nápoles, Londres, Brujas…
Fue también el banco del Vaticano y del papado, lo que nos proporciona la primera lección de liderazgo de la familia Medici:
Lección #1: Las relaciones son poder y el poder son relaciones
A pesar de que a los Medici no les gustaban todos los Papas con quienes tuvieron que tratar (de hecho, algunos querían apoderarse de la ciudad de Florencia), ellos entendían cómo relacionarse a fin de ganar y retener el negocio con el Vaticano.
Lección #2: No aspires a gobernar, sino a liderar
Otra característica importante del liderazgo de Cosimo Medici es su habilidad de actuar como un líder oculto. Nunca se dejó llevar por la necesidad del reconocimiento social y tampoco buscaba acceder a cargos públicos, sino que su foco estaba en liderar (y defender) Florencia de acuerdo con sus ideales. Para hacerlo, comprendió que tener demasiado poder sería contraproducente (ya que no lo habrían aceptado como su líder oficial) y se mantuvo siempre en segundo plano.
Cosimo nos viene a decir: “Para liderar, no seas demasiado incisivo en la ejecución del poder”. Cosimo era, de hecho, conocido como “el primero entre todos”, apenas un ciudadano más. No quieras ser el jefe, sólo lidera.
Lección #3: Evita la envidia hacia los demás
Cosimo nunca fue una persona que buscara el reconocimiento público. Creía que la envidia es creadora de fantasmas imaginarios. Esta envidia, estos fantasmas, crean conflictos innecesarios que destruyen ciudades, países, y añadimos nosotros, también las organizaciones del siglo XXI. Sigue ocurriendo hoy. ¡Deja ir la envidia! Deja que otros se lleven el reconocimiento. Sé humilde. Lo importante es el objetivo.
Lección #4: El dinero no lo es todo. Tiene que haber un significado más allá.
Cosimo no gestionaba un banco sólo para ganar poder económico: ese poder debe servir para un propósito claro. Pero ¿cuáles eran los ideales por los cuales Cosimo luchaba? ¿Cuál debe ser de hecho el propósito de un buen líder? Las siguientes 4 “lecciones” pueden darte una idea.
Lección #5: Recuerda de dónde vienes
Principalmente, Cosimo luchaba por mantener la dignidad de Florencia, que se encontraba en la mira de muchos enemigos diferentes (tanto del interior de Italia como del exterior, como Francia y España). Él se mostró en todo momento leal a la ciudad que lo hizo quien era. El líder se mantiene fiel a su entorno local.
Lección #6: El dinero debe servir para el desarrollo de la persona, no para mostrar poder
Cosimo tenía un gran interés en aprender habilidades en campos distintos (principalmente en el ámbito del arte y de la arquitectura). Es importante que uno tenga intereses más allá del poder o el negocio: la ciencia, la historia, el arte… Cosimo no era una persona que mostrara en público todo su poder. Se ocupaba más de que se supiera acerca de su interés por las artes. De hecho, la multidisciplinariedad artística acabó siendo una característica común en algunos de los grandes nombres del Renacimiento florentino, como Leonardo da Vinci o Michelangelo.
Lección #7: El estudio de los clásicos, de la filosofía y de la historia es más importante que el negocio
Esta idea es de hecho la semilla del Renacimiento: construyó este interés por las artes, dentro de la familia más poderosa de Florencia. Un buen líder sólo puede serlo, según Cosimo, si entiende a los clásicos, de donde vienen y de dónde venimos, para seguir avanzando en el pensamiento y desarrollo humano.
Lección #8: “Devolver a la sociedad lo que le debo”
Cosimo hizo de su vida la respuesta para una pregunta que se planteó a sí mismo, y transfirió a hijos y nietos: “¿Cómo puedo devolver a Dios lo que le debo?”
Podemos reemplazar la palabra “Dios” por “suerte”, “padres”, “familia”, o “sociedad”… Cosimo es la representación del espíritu renacentista, nos enseña que es nuestro deber como hombres y mujeres dejar un (bueno) legado.
Lección #9: Deja que tu vida hable por ti
Finalmente, acabaremos con una lección final para ayudarte, como líder a saber cómo poner todas estas lecciones en marcha.
Durante toda su vida, incluso en el exilio al que le enviaron cuando el Cardenal al que ayudó a conseguir el puesto fue expulsado por el Consejo de Constanza, Cosimo se mantuvo fiel a sus ideales.
Cosimo nos recuerda que cuando alguien tiene que explicarse demasiado, puede que eso signifique que realmente no es quien dice ser. Eres un líder no cuando obtienes resultados, ni cuando explicas recurrentemente a los demás todas tus supuestas hazañas, sino cuando creas un significado más allá del negocio, más allá de tus ambiciones personales, y consigues que los demás se impliquen en el mismo. Cuando tu vida habla por ti. Cuando no tienes que explicarte demasiado. Cosimo es el líder silencioso por excelencia.
En la segunda parte de este post, repasaremos las lecciones que nos dejó su nieto, Lorenzo de Medici, el Magnífico, y gran referente del Renacimiento. Mientras tanto, si te interesas el liderazgo innovador y quieres profundizarte un poco más en el tema, te invito a que eches un ojo a los siguientes artículos:
Fuentes de las imágenes:
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