Hasta hace poco menos de 15 años podíamos identificar los países europeos por el nombre de su moneda: peseta, franco, lira, florín, dracma, marco, etc. Es evidente que la aparición del euro unificó aquellas denominaciones monetarias.
Pues bien, en este post os proponemos explorar la posibilidad de reconocer algunas ciudades europeas por el nombre de su moneda sin renunciar al euro. Y ya que nos gusta innovar, ¿por qué no hacerlo en aspectos tan aparentemente rígidos e inamovibles como los sistemas monetarios nacionales e internacionales?
Os proponemos que empecéis a tomar nota del extraordinario avance de una nueva realidad innovadora que incluso la Unión Europea fundamentó legalmente mediante las directivas 2000/46/CE, 2007/64/CE, y el texto codificado bajo 2007/11/23 relativa a la actividad de la moneda local.
Para hacerse una idea de lo que estamos hablando, os recomendamos que veáis este genial vídeo sobre un tipo de moneda que se usa en la ciudad de Nantes.
Sonantes, que es como se llama el sistema local de pagos de la ciudad, es una moneda totalmente digital orientada al desarrollo económico de las empresas, inspirada en el sistema del banco WIR. Se trata también de un sistema de crédito mutuo que permite a las empresas proporcionar bienes y servicios a los demás sin utilizar euros.
En Nantes, las personas pueden realizar compras en cualquier empresa asociada al sistema (comerciantes, tiendas, artesanos, etc.), a través de un método de pago que no se basa en monedas o billetes de banco, sino que lo hacen mediante transacciones que se pagan a través de enlaces directamente a una cuenta en línea.
Pagar la cuenta de un restaurante mediante galletas tal y como hemos visto, quizás sea solo un buen ejercicio creativo, aunque lo qué en realidad se explicita en el vídeo, es que cualquier “objeto”, ya sea físico o virtual puede servir para “medir” el valor de las cosas. Y este concepto abre la puerta a otras realidades.
En cualquier caso, desde el llamado “experimento de la ciudad de Wörlg”, donde su alcalde decidió crear una moneda propia con la finalidad de estimular la economía local y que en tan solo un año consiguió que el paro descendiera un 25% hasta alcanzar el pleno empleo, lo cierto es que las monedas o sistemas de pago alternativos y locales han ido en aumento e incluso el fenómeno Internet los ha fomentado.
No obstante, aún cabría preguntarse dónde está la innovación en este tema. Pues bien, uno de los “grandes” proyectos innovadores en sistemas de pago se está estudiando desde la Comisión Europea. Se llama proyecto Digipay4growth, el cual tiene previsto implementarse durante este año 2015 en la ciudad de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).
En próximos posts os hablaremos más extensamente y en profundidad de este proyecto en el que tenemos la suerte de estar colaborando.
Otro excelente ejemplo ya implantado, es el de la ciudad de Bristol (Inglaterra), donde los ciudadanos pueden pagar el transporte, la electricidad y algunos impuestos locales con su propia moneda: el Bristol Pound.
En el siguiente vídeo encontrareis algunos de los argumentos de porqué interesa pagar el bus, entre otros ejemplos, en Bristol Pounds.
Asimismo, gran parte de la credibilidad del sistema de Bristol, y a la vez una garantía, la aporta el compromiso de los representantes políticos de la localidad, los cuales también cobran parte de su sueldo en Bristol Pounds.
Entre los numerosos casos de éxito donde empresas y consumidores realizan intercambios de bienes y servicios, destacamos el caso de Sardex, en Cerdeña, en plena expansión por más de 8 regiones italianas.
No sería justo finalizar esta primera entrega sobre innovación en sistemas de pago locales, sin mencionar la experiencia de la ciudad de Chiemgauer, donde Christian Gelleri, maestro de una pequeña escuela, en enero de 2003, propuso a sus alumnas recaudar fondos para reformar el gimnasio como actividad extracurricular. Con el tiempo, esta iniciativa se ha materializado en la moneda local llamada Chiemgauer, siendo actualmente la moneda regional más activa en Alemania.
Quien sabe si dentro de un tiempo se instalará en nuestro imaginario colectivo, una nueva denominación territorial basada en el Solnantes (Nantes), el Napo (Nápoles), el Sol-violette (Toulouse) o el Totnes Pound (Totnes), entre otras muchas.
Sea como sea, no os perdáis las próximas entregas de este apasionante tema que prometemos seguir analizando y compartiendo desde Sociedad de la Innovación, ya que además de colaborar en algunos de los proyectos mencionados, estamos seguros que se incluirá en los programas electorales de muchos de los partidos que se presentan en las próximas elecciones municipales.
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