El equipo de la NASA en el proyecto Apolo 11. El equipo del Manhattan Project. Los Chicago Bulls o los All Black. Edmund Hillary y Tenzing Norgay subiendo al Everest por primera vez en 1953. Incluso el colectivo de voluntarios anónimos que construye la Wikipedia.
Cada día, de alguna forma, eres parte de un equipo. Seguramente, de varios en paralelo.
Te habrás dado cuenta. Aunque no lo hayas verbalizado. No conseguirás nada realmente significativo de forma individual.
Necesitas a un equipo. Necesitas muchos equipos que funcionen a pleno rendimiento.
Porque la capacidad de innovación de tu organización no se entiende, no es posible, sin un buen trabajo en equipo.
Una organización es un ecosistema formado por la interacción de los individuos y equipos que la componen.
Por tanto, las organizaciones innovadoras necesitan de equipos estables con unos patrones de comunicación y trabajo sanos y efectivos, que les permitan ser ágiles y adaptativos, capaces de identificar los cambios del entorno y evolucionar acordemente.
Pero el éxito del trabajo en equipo no trata solo de método, ni de la tan aclamada agilidad. De hecho, no hay metodología ágil que sobreviva a un equipo que no funciona. Hablo de algo más sutil: de la habilidad de las personas de trabajar en equipo.
Hemos visto en SDLI durante los últimos 10 años, cantidad de Comités de Innovación, de equipos de trabajo que están trabajando en algún proyecto transformador, o de equipos directivos… que sencillamente, no avanzan.
Hoy te hablo de por qué estos equipos fracasan. Tomaremos como referencia el libro de Patrick Lencioni (de quién ya hablamos en un post sobre organizaciones sanas): “The 5 dysfunctions of a team”, publicado en 2002.
Las bases: qué es un equipo
Un equipo es un grupo de personas que comparten un objetivo, así como responsabilidades para alcanzarlo.
Un equipo es un work in progress. Y es tu mejor oportunidad para entregar un valor diferencial de forma sostenida.
Un equipo se comporta de forma diferente a la suma de unos cuantos individuos. Estarás delante de un equipo cuando veas que sus miembros apartan sus objetivos personales por el bien común del grupo.
Pero un equipo debe ser alimentado, ayudado, para generarse, evolucionar y progresar.
Las ventajas de ser realmente un equipo son enormes, pero los equipos no se crean, y mucho menos se mantienen, sin esfuerzo.
¿Qué obstáculos superan los equipos de éxito?
5 disfunciones de los equipos:
1- Falta de confianza
Como ya vimos en “The Culture Code” : la generación de entornos de seguridad psicológica es un elemento determinante del éxito de cualquier equipo.
Síntoma: En los equipos en que las personas no confían unas en otras, los debates se convierten en la búsqueda egoísta de argumentos para ganar la batalla. O incluso no existe tal debate.
Solución: para generar confianza (lo que por cierto pide tiempo), los líderes y miembros de los equipos son capaces de mostrar sus puntos débiles. Saben pedir ayuda.
2- Miedo al conflicto
Como ya vimos en “Rebel Ideas”, la diversidad es un elementos indispensable y ligado directamente a la capacidad innovadora de cualquier organización. Pero no hay diversidad sin conflicto.
Síntoma: los equipos no son capaces de disentir. De poner sobre la mesa las diferentes opiniones
Solución: dar voz a todos, pedir cuáles son los riesgos de la decisión tomada. No tomar decisiones hasta haber escuchado opiniones en contra.
3- Falta de Compromiso
Síntoma: no se toman decisiones por falta de consenso. No se cumple con las decisiones por no creer en ellas (sin haber levantado la voz en contra de ellas).
Solución: el compromiso se consigue asegurando que todo el mundo da sus ideas, las discutan, y finalmente se decida cuál es la mejor, por el bien de la compañía. No es lo mismo que el consenso. De hecho, es lo contratio: “Disagree and commit.”
El compromiso pasa por dos elementos:
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- “Buy in”: acuerdo emocional sobre las decisiones tomadas.
- Claridad: claridad de lo que se ha acordado
4- Se evita la rendición de cuentas
Síntoma: no se es responsable ni se hace seguimiento de comportamientos y realización de tareas que aseguren la ejecución de las decisiones tomadas. O se toman decisiones, o se dibujan futuras acciones, que después no se ejecutan.
Solución: en los equipos de éxito, no se aceptan retrasos, discusiones revisitadas…las decisiones tienen consecuencias. Y estos mismos estándares aplican para todos. No hay jerarquías en la rendición de cuentas.
5- Falta de orientación a resultados
Síntoma: Las personas del equipo ponen por delante los objetivos personales, antes que los resultados del equipo.
Solución: disponer de un marcador (métricas) claro que facilite el foco. Indicadores que midan el éxito del trabajo del equipo, de forma continua y transparente.
¿Cómo identificar un equipo que no funciona?
Como nos cuenta Doyle en su The Culture Code, puedes predecir el éxito de un proyecto por las interacciones de los miembros de su equipo.
Identifica posibles disfunciones de tus equipos haciéndote las siguientes preguntas:
- ¿Los miembros comparten y discuten abiertamente sus opiniones?
- ¿Se toman decisiones de forma ágil, sin caer en la trampa del consenso?
- ¿Se ejecutan las decisiones tomadas?
- ¿Se retroalimentan con feedback constante y enfocado a la mejora?
- ¿Se sacrifican los intereses personales por el bien común?
- ¿Se alcanzan los resultados a los que se comprometen?
¡Gracias por leernos!