El consumidor está al mando de la toma de decisiones, y las organizaciones deben ser lo suficientemente ágiles y creativas como para adaptarse a sus necesidades. Cada año, empresas como Fast Company como Boston Consulting Group publican sus rankings de empresas más innovadoras. ¿Cómo son las empresas capaces de explotar su capacidad creativa y de triunfar en la Sociedad de la Innovación? ¿Cuáles son las características de las empresas más innovadoras?
La creatividad es, de hecho, una de las habilidades más naturales y la razón detrás del progreso de nuestra especie a lo largo de la Historia (así lo hemos destacado en nuestro marco SDLI de 20 competencias de las personas creativas). Y, por consiguiente, ello implica cada vez más al consumidor, que quiere, pide, y demanda innovación adaptada a sus necesidades.
¿Por qué los consumidores piden empresas innovadoras?
- Los seres humanos tenemos una reticencia de partida a lo nuevo, porque nos obliga a cambiar patrones, y eso nos supone un esfuerzo. Pero, en realidad, también nos adaptamos muy rápido a lo nuevo. Piensa en cómo nos quejamos ahora si el libro que hemos comprado en Amazon llega un día tarde…
- Nos gusta y nos sentimos confortables en lo conocido, pero, al mismo tiempo, buscamos siempre algo nuevo. Necesitamos cambio y mejora, para no morir de aburrimiento, para sentir que creamos, que avanzamos. Es algo muy humano.
- Pero necesitamos un equilibrio. Igual que no queremos morir de aburrimiento, tampoco queremos cambio constante. Por eso, necesitamos que las grandes innovaciones tengan algo del pasado, mantengan alguna referencia (aunque sea estética, del patrón anterior, para hacer el cambio más fácil y suave). Como decía Mark Twain: “la historia no se repite, la historia rima”.
El proceso creativo de las empresas innovadoras (y de los grandes artistas y científicos de la historia)
La creatividad es romper hábitos a través de la originalidad y la imaginación. Pero todas las ideas vienen, en realidad, de la transformación de ideas e innovaciones precedentes. El efecto “eureka”, del nacimiento repentino de una idea, es en este sentido, un mito.
Hay ejemplos en todos los ámbitos:
- El iPod se inspira en la versión de Kramer del primer reproductor de música digital, de unos 30 años antes (1979). Para conocer más sobre esta historia, visitad el perfil de Kramer en Wikipedia.
- Las “Demoiselles d’Avignon” de Pablo Picasso, se nutre del Mont Sainte Victoire de Paul Cézanne (idolatrado por el pintor cubista) de unos años antes, del “Opening of the Fifth Seal” de El Greco, de una escultura ibérica que compró años antes de pintar el cuadro, y de una exhibición de máscaras africanas que tenía lugar al lado de su taller mientras el artista pintaba el cuadro.
Olvidémoslo. Desmitifiquemos al artista y al ideador. Las ideas vienen de ideas, malas o buenas, triunfantes o no, pero precedentes. Por eso, no hay malas ideas y, por eso, las necesitamos todas. Sólo hay ideas que no han encontrado todavía su camino.
¿Entonces, cómo es el proceso creativo que permite crear nuevas ideas a partir de las idas antiguas?
Estrategias que permiten crear nuevas ideas creativas
- Moldear ideas: modificarlas, cambiarlas, adaptarlas… para esta estrategia hemos hablado en alguna ocasión de la metodología SCAMPER.
- Romper ideas: trocear las ideas, romperlas en pedazos, para centrarnos en alguna parte de la idea que nos gusta para, a partir de ahí, llevarla a otro destino. Toda la industria de las aerolíneas low-cost se ha creado en base a la estrategia de trocear las propuestas de valor que ofrecen en sus vuelos, y crear distintos niveles de servicio para cada tipo de cliente.
- Mezclar ideas: combinar ideas de diferentes orígenes, temas, sectores, perfiles… por eso, es tan necesaria la innovación abierta de la que tanto hablamos en este blog.
Como dice un refrán danés: “predecir es muy difícil. Especialmente el futuro”. La mayoría de ideas fracasan, e incluso las que tienen éxito, lo tienen durante un corto período de tiempo. Quizás unas de las pocas excepciones de innovaciones perennes es Shakespeare, que perdura en el tiempo 500 años más tarde de su éxito. ¿hasta cuándo nos acordaremos de Shakespeare? No es que lo desee (no lo deseo), pero la Sociedad de la Innovación lo cambia todo.
4 características de las empresas más innovadoras
¿Qué hacen las empresas innovadoras para aplicar estas 3 estrategias del proceso creativo de forma recurrente y explotar su capacidad creativa?
Las empresas innovadoras fomentan y mantienen una cultura de cambio continuo, una cultura de la innovación, mediante las siguientes 4 prácticas:
- Experimentan pensando en futuros no conocidos, a sabiendas que no va a reportar resultados a corto.
- Tratan las malas ideas (y a sus ideadores) como un recurso para seguir innovando, no como un fracaso a evitar repetir.
- Revitalizan su espacio y sus hábitos internos de forma continua, para mantener la tensión creativa: espacios, hábitos, sistemas internos… cambian para evitar que las personas entren en una dinámica de statu quo que les impida pensar de forma creativa. La innovación en espacios internos es sólo una ejemplo de ello.
- Fomentan la agilidad en la gestión: nunca se conforman con lo que los ha llevado al éxito. A pesar de estar triunfando, se inventan y prueban nuevas formas de triunfar, muchas veces canibalizando su propio éxito. Mantienen intacta su capacidad de sorprender al cliente. Y en lugar de planificar a un largo plazo que no sabemos si existirá, activan planes de innovación ágil a corto.
La creatividad y el potencial innovador está en el origen del progreso del ser humano y, también, es uno de los valores clave del consumidor de la Sociedad de la Innovación. Las empresas de la era de la complejidad necesitan entender que deben convertirse en una empresa innovadora, apostando por el desarrollo de un proceso creativo constante que fomente el error, el cambio, la experimentación y la agilidad. Sólo así se crean empresas creativas. Sólo así se triunfa en la Sociedad de la Innovación.
Franklin Roberto Lamelas
3 octubre, 2018 at 17:18Un excelente artículo Ignasi, en donde usted reafirma que para que las
organizaciones sean creativas e
innovadoras es necesario romper el
statu quo que imposibilita ver los
problemas o amenazas con otra
óptica, que es fundamental tener
empatía con las necesidades de sus
clientes, que se deben abrir los
espacios para que los colaboradores
sean parte de la búsqueda de
soluciones a los retos o desafíos que
enfrentan las organizaciones, que no
existen malas ideas y que se debe
aprender de los errores o las
experiencias previas para garantizar la
permanencia en lo que usted bien
denomina: sociedad de la innovación.
Ignasi Clos
11 octubre, 2018 at 18:00Muchas gracias por le comentario Franklin! Nos seguimos leyendo! Un abrazo,Ignasi.