A pesar de los años de debate, comprender lo que significa la transformación digital para las empresas consolidadas sigue siendo un reto. Sin una comprensión clara, a menudo se pone al mando a las personas equivocadas, con los recursos y los indicadores de rendimiento equivocados, lo que aboca a proyectos de transformación digital al fracaso.
La clave para acabar con la confusión es ver que la transformación digital no es una sola cosa, sino un proyecto con diferentes objetivos en función del sector y la madurez digital.
Aun así, la esencia de la transformación digital es convertirse en una organización impulsada por los datos, garantizando que las decisiones, acciones y procesos clave estén fuertemente influenciados por percepciones basadas en estos, en lugar de por la intuición humana. En otras palabras, una compañía solo se transformará cuando haya conseguido cambiar cómo se comportan las personas y cómo se hacen las cosas en el día a día.
Hasta hace unas décadas, la transformación digital se encontraba entre la lista de deberes pendientes de muchas compañías, habitualmente relegada al final de la agenda por diferentes motivos, que a día a de hoy podemos considerar mitos.
- La transformación digital es solo para grandes empresas: Este mito sugiere que solo las grandes empresas tienen los recursos para llevar a cabo una transformación digital exitosa. Sin embargo, muchas pequeñas y medianas empresas también están adoptando tecnologías digitales para mejorar su eficiencia y competitividad.
- La transformación digital es solo una cuestión de tecnología: La transformación digital no se trata solo de la implementación de nuevas tecnologías, sino también de cómo se utilizan y cómo afectan a la cultura y a los procesos de la empresa. La transformación digital requiere un cambio cultural y una adaptación de los procesos empresariales para aprovechar al máximo las tecnologías.
- La transformación digital es un proyecto puntual: La transformación digital es un proceso continuo que requiere una visión a largo plazo y una planificación estratégica para garantizar su éxito. No es un proyecto puntual que se completa una vez que se han implementado algunas tecnologías, sino que requiere un compromiso constante con la mejora y la adaptación a los cambios en el mercado y en las tendencias actuales.
En los últimos años y en especial, la pandemia del Covid-19, ha desmitificado estos puntos, posicionando la transformación digital en lo más alto de las agendas corporativos. Nos encontramos en la era de la digitalización y, consecuentemente, frente a un mercado y un consumidor cada vez más digital.
De esta manera, los resultados de las compañías tecnológicas hacen saltar las alarmas de las empresas convencionales, ya que tienen la capacidad de transformar cualquier sector.
Muy bien, tengo que transformar mi negocio, ¿pero por donde empiezo?
Cualquier plan puede fracasar, pero cuando respecta a digitalización suele ser el resultado de subestimar los diversos pasos o etapas necesarios para ejecutar con éxito un programa de transformación.
Roma no se construyó en un día, no se puede pensar que, con adquirir la tecnología, un nuevo software o un proveedor puntero será suficiente, incluso la mejor tecnología se echará a perder si no se cuenta con los procesos, la cultura o el talento adecuados para aprovecharla. Y como es evidente, son los procesos, las formas de trabajar y la cultura del equipo las cosas más difíciles de cambiar, pero también las principales palancas para nuestro éxito.
Para ello, ayudará seguir como ejemplo el modelo de escalado de Harvard Business Review:
Y para poder dar el primer paso a ser una organización Bridge, ágil y fluida en SDLI hemos definido 12 factores de éxito claves para la transformación digital de cualquier compañía. Estos se agrupan en 4 bloques organizacionales que cualquier compañía debe trabajar si quiere transformarse digitalmente: estrategia y visión, organización, procesos y tecnología y customer-centricity.
A continuación, os los presentamos en detalle:
12 APRENDIZAJES SOBRE COMO DEFINIR TU MODELO DE TRANSFORMACIÓN DIGITAL EN 4 PASOS
ESTRATEGIA Y VISION
- Empresas digitales: La transformación digital debe ir ligada a objetivos de negocio específicos y sumar a las líneas estratégicas de la compañía. De esta manera, se generan iniciativas y proyectos que responden a una estrategia común y velan por el desarrollo global y transversal de la compañía, utilizando la tecnología como palanca.
- Capilaridad de la estrategia: Un modelo de OKRs (Objectives & Key Results) ayuda a las organizaciones a alinear y priorizar las metas y objetivos con el día a día de los equipos. Permite bajar los objetivos estratégicos a otros más operativos y concretos que ayudan a la gestión. De este modo los empleados tienen metas concretas a asumir en un tiempo determinado, y en función de estas metas deciden que tecnologías, automatismos, sistemas de información requieren implementar.
Para saber sobre este sistema de gestión de objetivos, puede leer el siguiente artículo de Harvard Business Review.
- Comunicación y transparencia: Resulta problemático cuando las empresas deciden embarcarse en un programa de transformación digital sin tener una definición y mucho menos una visión, de lo que significa. Es importante asegurar que se comparte con los equipos una visión clara de los objetivos y prioridades del negocio y de lo que se espera de ellos. Comúnmente los empleados pueden verse amenazados por la transformación. Compartir preocupaciones y definir conjuntamente un plan de acción personalizado ayuda a que se sientan más seguros y alineados con su área de trabajo.
ORGANIZACIÓN
- Estructuras organizativas líquidas: Las estructuras rígidas dentro de las empresas son un obstáculo que les impide adaptarse y beneficiarse de las innovaciones y la digitalización. La solución es convertirse en organizaciones líquidas, formadas por equipos multidisciplinares que trabajan por proyectos y se disuelven una vez alcanzados los objetivos.
- Transversalidad y escalado de los equipos: En una primera fase es recomendable incorporar los perfiles digitales en equipos ya existentes, para apoyarles en su proceso de digitalización más básico. Por ejemplo, potenciar las ventas online, o implementar automatismos y usos de datos básicos.
En una fase más avanzada la organización estará lista para crear equipos transversales, multidisciplinares por perfiles de negocio digitales que ponen foco en el cliente. Estos equipos pueden estar orientados a un fin muy concreto como desarrollar un nuevo canal de venta digital o implementar un nuevo software inteligente en la compañía.
Una vez tenemos equipos orientados al desarrollo de productos concretos con capacidades para definir e implementar modelos de negocio en entornos digitales, la escalabilidad se dará de forma orgánica. Poco a poco estos equipos podrán crecer para abrir nuevas regiones o traspasar la tecnología a otras áreas del negocio.
- Especialización: Al aumentar la brecha de talento digital en el mercado de trabajo, también se refuerza la carrera competitiva de las organizaciones para atraer y retener a los profesionales altamente cualificados. Para ello, no se necesitan solamente competencias digitales “duras”, sino también creatividad, colaboración, inteligencia social y otras competencias “blandas” necesarias para aprender, moverse con agilidad y obtener resultados en los nuevos entornos VUCA. Estos perfiles deben ser los encargados de liderar los equipos de Digital, responsables, por ejemplo, del desarrollo de los canales online tanto de venta como de comunicación de la compañía
TECNOLOGÍA
- Optimización y eficiencia: Realizar el trabajo de la forma más eficiente es el reto principal de toda empresa. El objetivo está claro: obtener el mejor resultado, en el menor tiempo posible y con el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles. En pocas palabras, necesitamos dirigirnos hacia la optimización de procesosen busca de la excelencia, la competitividad y de un mejor servicio a nuestros clientes. Los procesos y tecnologías digitales deben servir para reducir las tareas manuales y permitir a los equipos tomar decisiones basadas en datos, escalar el impacto de la compañía y enfocar sus capacidades en el trabajo de valor añadido. Los softwares de contabilidad o CRMs, entre otros, son herramientas digitales que las empresas usan optimizar sus procesos.
- Uso de datos y toma decisión en datos – inteligencia empresarial: Como hemos mencionado al inicio de este artículo, la transformación digital se basa en la capacidad de recoger, analizar y tomar decisiones basadas en datos. Para ello se puede empezar por los elementos más básicos como dashboards de ventas donde ver la evolución en tiempo real, ¿Pero qué datos? De nuevo la prioridad es obtener datos de consumidor, del negocio y mercado. Solo así se podrá priorizar la entrega de valor a cliente, lo que lleva al siguiente punto.
- Tecnologías de valor añadido que pueden aportar a cliente producto y servicio: Algunas tecnologías, como la Inteligencia Artificial (IA), el análisis de numerosos datos y el cloud, han permitido que los avances supongan ventajas, en lugar de complicaciones, para el cliente final. Estas tecnologías se han convertido en el mejor aliado de las empresas para ofrecer experiencias superadoras en cada interacción con los clientes. Un ejemplo son los chatbot o la respuesta de voz interactiva, soluciones conversacionales impulsada por inteligencia artificial que permiten que las empresas automaticen los procesos de servicio al cliente mientras las compañías optimizan recursos humanos.
CUSTOMER CENTRICITY
- Escucha activa: la implementación de técnicas de investigación primaria es necesaria ya que estas aportan valor para la toma de decisiones Data-Driven del usuario o cliente final junto. Estas deben complementarse de herramientas de Customer Analytics para identificar nuevos segmentos de mercado relevantes para el negocio y que ayuden a definir estrategias para servirlos mejor.
- Modelos de segmentación inteligente: las compañías deben tener un modelo de segmentación y de arquetipos para conocer las necesidades actuales de los clientes. Además, optar por una cultura data-driven que permita tomar decisiones poniendo al cliente en el centro. La hiper-personalización de productos y servicios, por ejemplo, es uno de los principales cambios que ha permitido la digitalización, creando un mundo donde a se conoce cada cliente perfectamente y se puede diseñar productos y campañas de marketing y publicidad específicas, con visión de centralidad de cliente o customer-centric.
- Diseño de la customer experience: mediante estudios de analítica, las compañías deben ser capaces de realizar un seguimiento del comportamiento de sus consumidores y aumentar la satisfacción en la experiencia del cliente o usuario final en cada momento del funnel de relación con los productos/servicios de la compañía.
En SDLI entendemos lo complejos que son estos porcesos y que no hay un receta única para nadie. Desde nuestra experiencia podremos ayudarte a conseguir que tus iniciativas orientadas a la transformación digital tengan el retorno que esperas.