En dos posts anteriores, La revolución de la formación profesional – 1ª parte y La revolución de la formación profesional – parte II,comentaba la necesidad de incluir la innovación en Formación Profesional para poder dar respuestas a las necesidades del mercado que viene. En este post os hablaré de diez claves para conseguir impulsar la innovación en este entorno. Lo haré hablando indistintamente de innovación en producto, servicio, modelo de negocio, proceso, etc., y de innovación educativa.
Innovación y educación: ¿es posible?
En la educación, la inclusión de la innovación topa con algunas dificultades. La primera es un entorno altamente garantista, que necesita estar seguro que la modificación de la manera de trabajar no afectará negativamente al desarrollo académico de los estudiantes, que podrían ver perjudicada su competitividad en el mercado a causa de una metodología poco eficiente. Evidentemente, esta visión conservadora no se sostiene en una sociedad en constante transformación, debemos ser punta de lanza en el cambio evidente de la sociedad mundial si no queremos un sistema en la cola de Europa y el mundo. Por otro lado, innovar implica cambiar y, como todos sabemos, hay personas a las que cambiar no les cuesta nada y, en cambio, a otras les cuesta más. La complejidad, en este caso, es que un cambio en un entorno educativo es complicado hacerlo sin contar con la colaboración de parte del equipo docente que trabaje con un grupo de alumnos y, por ello, es necesario reunir a un grupo de profesores/as que se animen a trabajar en el diseño, implantación y evaluación de cambios.
10 claves para impulsar la innovación en la formación profesional
Para facilitar el impulso de la innovación en Formación Profesional, os lanzo 10 claves que es interesante tener en cuenta para afrontar el reto.
1. Forma un grupo de profesores innovadores
Que trabajen, como mínimo, en un mismo ciclo formativo y que tengan ganas de cambiar las dinámicas de enseñanza-aprendizaje. Elije bien a tus compañeros de viaje, puesto que este es el principal motivo de abandono de las iniciativas que tienen que ver con la inclusión de la innovación en formación profesional.
2. Analizad cuales serán las necesidades de los sectores en los que vuestros alumnos se incorporaran cuando terminen los estudios.
Debéis hacer una prospección de futuro. Para ello, debéis reuniros con empresas, pero también buscar documentación que haga análisis de futuro del entorno. Os podrán ayudar informes genéricos que realizan el World Economic Forum u otras entidades similares de reconocido prestigio e informes de los sectores afectados que encontrareis, por ejemplo, en revistas especializadas. Os aconsejo que todas las conclusiones estén sustentadas en información externa que garantice que no os habéis inventado nada, eso dará credibilidad a la necesidad de implantar un cambio. Esta información debe ser la base de los retos de innovación en el sector que lancéis a vuestro alumnado. En cualquier caso, creo que es necesario que en todo proceso de innovación, el inicio sea una exploración o vigilancia estratégica que deberíais pedir al alumnado. Vuestro conocimiento será imprescindible para ayudar y evaluar al alumnado en este primer paso.
3. Aprendizaje basado en proyectos
Veréis que en cualquier prospectiva os aparecerá la necesidad de desarrollar la capacidad creativa, capacidad de trabajar en equipo, resistencia al fracaso, búsqueda y análisis de información, autosuficiencia, iniciativa… Como podéis ver, se trata básicamente de actitud más que de aptitud. Es por ello que enseguida aparece la necesidad de adoptar metodologías que permitan trabajar a fondo estas capacidades y competencias. Entre las diferentes metodologías, la que hoy tiene más proyección es el aprendizaje basado en proyectos. Esta es una innovación pedagógica que a día de hoy está en boca de todo el profesorado pero que está costando que entre en las aulas de la formación profesional al ritmo que se esperaba. En este caso, no se debe olvidar que introducir nuevas metodologías, no implica necesariamente renunciar a metodologías “tradicionales”, la cuestión es combinarlas de la mejor manera posible.
4. Proyectos ligados a retos empresariales reales
En el aprendizaje basado en proyectos, los proyectos pueden ser de muchos tipos, pero os aconsejo que escojáis proyectos reales e innovadores. Inventarse un proyecto tiene dificultades, y es que es muy difícil controlarlo todo, y al final siempre acabareis inventando requisitos cuando os pregunten alguna cosa que no habías tenido en cuenta. Esto puede hacer que al final el proyecto resulte inconsistente. Si el proyecto es real tendréis algunas ventajas: interlocutor externo, soporte técnico, entorno motivador. Tratamos estas ventajas en los siguientes puntos. Si, además, el proyecto es innovador, os permitirá trabajar aspectos como la búsqueda de información, la creatividad o la resistencia al fracaso de forma más intensa.
5. Diseñad un programa que os permita resolver más de un proyecto en un curso
De esta manera, ampliareis los contenidos y resultados de aprendizaje que podréis incorporar. Es aconsejable que los proyectos no solamente desarrollen diferentes productos, procesos o servicios, sino que también sean de mercados diferentes (llave en mano, gran producción, servicio especializado, franquicia…). Las metodologías activas de aprendizaje serán objeto de un futuro post.
6. Reservad un tiempo (un día a la semana, un mes al principio o al final, algunas clases intercaladas entre los proyectos…) para poder impartir los contenidos que no se puedan ver en los proyectos.
Esto os facilitará la tarea de convencer a los compañeros y equipo directivo, incluso a la inspección, de la bondad del método. Se trata del hilo que os mantendrá unidos a quien tenga más reticencias al cambio a la vez que os permitirá no forzar los proyectos para incluir lo que exija el currículum. En todo caso, tened en cuenta que el currículum es muy flexible si se lee con detenimiento.
7. Buscad proyectos reales de empresas con las que exista confianza,
Que se puedan resolver en un curso escolar como máximo, y con el compromiso de la empresa de participar activamente en su desarrollo. El hecho de fomentar que el alumnado de formación profesional innove tiene ventajas para la empresa. Por un lado se pueden lanzar retos para los que la empresa no tiene personas o conocimientos suficientes para afrontar. Por otro, mientras dure la colaboración, se puede detectar talento entre el alumnado. Pero para el centro también tiene ventajas, el alumnado se siente más motivado trabajando en proyectos reales para empresas dado que su trabajo resulta útil y puede servirles como aparador para mostrar su talento.
8. Evaluad todo constantemente.
Por un lado, evaluad la metodología que estéis utilizando, especialmente al principio, con la máxima frecuencia posible. Por otro lado, evaluad constantemente el trabajo de vuestro alumnado. La evaluación del alumnado debe contemplar el trabajo de equipo así como el individual. Tened en cuenta que para fomentar la innovación, no se debe evaluar el resultado obtenido sino el proceso para obtener el resultado. Aquí cabe tener en cuenta también el fracaso, que como parte intrínseca de los procesos de innovación, debe evaluarse y gestionarse. Lo importante del fracaso es de qué manera el alumnado y profesorado aprende de él y toma medidas para que no se repita o para que afecte en la menor medida de lo posible.
9. No pretendáis, al menos al principio, negociar con la empresa un porcentaje de los derechos de propiedad industrial que se deriven del proyecto.
Os aconsejo que negociéis aparecer como inventores en las patentes y que se reconozca vuestra propiedad intelectual. Esto es suficiente para el reconocimiento del alumnado y el profesorado y os facilitará mucho la tarea de encontrar empresas dispuestas a ofreceros retos que resolver.
10. Haced una amplia difusión de los resultados obtenidos con los primeros proyectos.
Esto os ayudará en dos aspectos fundamentales: el primero es convencer a la comunidad educativa de que el método da buenos resultados. Por ello será necesario incluir la valoración de la empresa y la del alumnado además de la vuestra. En segundo lugar, la difusión os ayudará a que otros miembros del claustro se animen a implementar nuevas metodologías para incluir la innovación como herramienta fundamental para el desarrollo de las capacidades y competencias del futuro.
¿Qué os ha parecido? ¿Echas de menos alguna clave para impulsar la innovación en la Formación Profesional?
Déjanos tus comentarios a pie de post. ¡Gracias por leernos!