¿Qué puede aportar la ciencia ficción, y en concreto, un autor tan prolífico como Isaac Asimov, con la creatividad y la innovación?
Hace unos meses, un colega mío en esto de la innovación me comentaba: “hay que leer más a Asimov. Innovaciones de hoy ya estaban contadas en sus libros, y en otros autores de ciencia ficción. También en series, como Fringe” (ver referencia a Fringe, una serie de la que me declaro fan incondicional, en este post en Sociedad de la Innovación). Desde ese momento entendí que la ciencia ficción, y Asimov en concreto, me podían ayudar a ser más creativo y, por tanto, también a ayudar a las organizaciones para las que trabajamos a ser más creativas e innovadoras. Mi respuesta fue, claro, ponerme a la tarea de adentrarme en el mundo Asimov.
De lo primero que uno se da cuenta cuando conoce a Asimov, es que su producción literaria es tan amplia, que es difícil saber por dónde empezar. De hecho, hay unos cuantos posts escritos en la blogosfera alrededor de “cómo leer a Asimov”. ¿Empezamos por su famosa trilogía de La Fundación? ¿Nos lanzamos a por algo quizás más conocido gracias al cine, como la saga de Los Robots, que incluye Yo Robot, película protagonizada por Will Smith? ¿O, quizás, deberíamos iniciarnos en Asimov con lo que sería la trilogía detectivesca (con títulos como “Las bóvedas de acero”, “El sol desnudo”, o “Los robots del amanecer”), desde el punto de vista cronológico de la acción? Pues bien, ni uno ni otro, me decidí por un libro independiente, El Fin de la eternidad (escrito en 1955) como una prueba de verano para comprobar mi nivel de atracción hacia este autor.
Pero no solo leí el libro, sino que además, investigando sobre el personaje, supe que Asimov incluso ya había aportado a esto de la creatividad hace mucho tiempo, hablando de algunos principios para la generación de ideas con éxito, principios que muchos, hoy, estamos predicando en nuestros entornos laborales. El ánimo del post de hoy no es contar ni resumir el libro, para eso ya hay especialistas, si no repasar su aportación a la creatividad, y proponer un ejercicio para la creación de ideas, basándonos en la lectura de El fin de la eternidad.
Aportación de Isaac Asimov a la creatividad
En 1959, una spinoff (llamada Allied Research Associates) del MIT de Boston obtiene un contrato con la organización gubernamental americana ARPA (la agencia que dio origen al propio Internet), para investigar sobre diferentes formas y aproximaciones posibles para un sistema de defensa de misiles. Querían que esta spinoff pensara “out of the box” por ellos. Esta spinoff, pensó que Isaac Asimov podría ser una buena fuente de inspiración, así que lo trajeron a unas cuantas reuniones. Después de verse algunas veces, al autor dimitió de la tarea, para miedo a que la relevación de información confidencial le limitara su capacidad creativa (por no poner blanco sobre negro cosas que antes eran ciencia ficción, y que ahora iban a ser realidades confidenciales). Sin embargo, no quiso irse sin dejar unos cuantos consejos e ideas, llamémosles principios, sobre la generación de ideas, para ayudar a Allied Research Associates y ARPA en su objetivo. Algunos principios como los que resumimos a continuación (os recomiendo la lectura completa de su carta para más principios sobre creatividad):
1. La necesidad de conectar información aparentemente inconexa.
Os suena lo de “innovation is connecting the dots” de Steve Jobs, ¿verdad? Asimov ya habló de esto mucho antes, cuando se refería al hecho de que Darwin, y también Wallace, descubrieran cada uno por su lado el proceso de la Evolución por selección natural. Dijo, que lo que hacía falta no eran biólogos que hubieran estudiado el comportamiento de las especies y que además hubieran leído a Malthus, sino que además fueran capaces de conectar ambas cosas.
“Undoubtedly in the first half of the 19th century, a great many naturalists had studied the manner in which species were differentiated among themselves. A great many people had read Malthus. Perhaps some both studied species and read Malthus. But what you needed was someone who studied species, read Malthus, and had the ability to make a cross-connection.”
2. Trabajar la creatividad en grupos pequeños y entornos de confianza.
Isaac Asimov defendía que la creatividad está mal vista, que no es bueno ser creativo en público, que incluso es vergonzante. Pensaba, como ya hemos comentado por aquí anteriormente, que una buena idea requiere de decenas y centenares de ideas malas, o locas. Y que, por tanto, se necesita realizar un trabajo individual, o bien un trabajo en un equipo pequeño en el que exista un entorno de confianza.
“The presence of others can only inhibit the creative process, since creation is embarrassing.”
3. Para obtener buenas ideas, necesitas colaboración.
Es de hecho la combinación de ideas de personas diferentes lo que crea las ideas de éxito.
“If one person mentions the unusual combination of A-B and another the unusual combination A-C, it may well be that the combination A-B-C, which neither has thought of separately, may yield an answer.”
4. Implica en innovación a las personas que quieran participar voluntariamente, a los más motivados.
No pagues por crear ideas. De hecho, Asimov piensa que la sensación de responsabilidad de crear ideas inhibe la creatividad. Las mejores ideas vienen, por contra, desde el juego, la emoción positiva, la inspiración.
“Probably more inhibiting than anything else is a feeling of responsibility. The great ideas of the ages have come from people who weren’t paid to have great ideas, but were paid to be teachers or patent clerks or petty officials, or were not paid at all. The great ideas came as side issues.”
Técnica de creatividad basada en la lectura de El fin de la Eternidad de Isaac Asimov:
Y para acabar, aprovecho la lectura de este verano para proponeros el siguiente juego de generación de ideas, inspirándome sobre todo en la técnica del “¿Y si…?”.
Objetivo: Alcanzar 100 ideas en un período rápido de tiempo.
Quién participa: Reúnete con un máximo de 5 personas en total. Siguiendo los consejos de Asimov, sólo voluntarios, claro.
Cómo funciona: Contesta a las siguientes 5 preguntas, en 60 segundos cada una. Cada integrante del grupo debe, como mínimo, aportar 5 respuestas diferentes, para cada pregunta:
- ¿Cómo podemos hacer, HOY, que la sociedad del siglo 92 sea MEJOR que lo que es hoy?
- Si pudieras ir 5 siglos atrás a visitar a profesionales que hacían lo mismo que tu empresa ahora, ¿qué rescatarías de la forma en que trabajaban entonces, y qué podrías aplicar de su método a tu empresa, hoy?
- ¿Qué ideas puedes aplicar para hacer que los valores que hicieron nacer a tu empresa hace X años, fueran más visibles y palpables en tus productos y servicios, hoy?
- ¿Qué legado vas a dejar a las siguientes generaciones de clientes y usuarios, o profesionales que se dediquen a tu sector de actividad?
- Volemos juntos hacia el siglo 75 (sí, 54 siglos más adelante hacia el futuro), y reflexiona por un momento en si queda algo “vivo”, de lo que estamos haciendo hoy. Responde a la pregunta: ¿Qué podemos hacer para que lo que hacemos hoy siga “vivo” dentro de 54 siglos?
¡Y eso es todo!
Queda claro que la literatura y la ciencia ficción pueden representar una gran fuente de creatividad e innovación para las empresas, organizaciones y negocios de hoy. Y queda claro también, como decía mi colega, que para ser innovador, “hay que leer más a Issac Asimov”!
Gracias por seguirnos y por compartir. Os dejamos algunos enlaces interesantes si lo vuestro es la ciencia ficción:
4 Elementos clave para conseguir una empresa creativa, por SDLI
Método Asimov: los tips más originales del héroe de los innovadores, por La Nación
El ensayo de Isaac Asimov sobre la creatividad, por Realego
6 aprendizajes del genio Isaac Asimov, por nuestro colaborador Francesc Balagué
Creatividad - líneas de innovación | Pearltrees
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