¿Qué podemos, desde el prisma de un responsable de innovación de una organización, aprender de los sistemas de pago alternativos?
En los últimos años se ha avanzado bastante en la generación de propuestas innovadoras en monedas alternativas: desde los bancos del tiempo, pasando por los bitcoins (moneda social creada para estimular el gasto local y la creación de ocupación).
Es especialmente interesante el modelo planteado por Bernard Lietaer con el Gobierno Brasileño. En su propuesta plantea la creación de lo que él denomina Sabers, una moneda alternativa dirigida a los estudiantes, con el objetivo de facilitar y democratizar el acceso a la educación, y de reducir el coste marginal de los nuevos estudiantes para la administración.
¿Cómo funcionan los Sabers?
Cada alumno puede recibir un determinado número de Sabers, o sea, vales que sirven para una hora de enseñanza y que los alumnos pueden utilizar como medio de intercambio. Imaginemos que un alumno necesita reforzar una materia, puede dar este Saber a un compañero más avanzado de su curso, para que le ayude en una determinada materia. A la vez este alumno puede recibir soporte de un alumno más grande y así sucesivamente. Los alumnos más mayores también pueden ganar Sabers participando en actividades sociales.
A medida que los alumnos progresan en sus estudios acumulan e invierten Sabers. Al finalizar los estudios obligatorios pueden obtener ventajas en la matrícula de entrada a la universidad, estudios profesionales o material escolar con los “Sabers” acumulados, generando así una entrada a la enseñanza superior mucho más accesible y democrática.
Una propuesta amibiciosa que en una segunda fase podría ampliarse, por ejemplo, al estilo del Fureai Kippo (muy exitoso en Japón): los jóvenes y adultos brasileños podrían intercambiar cierta cantidad de Sabers cuidando a personas de la tercera edad y/o discapacitados.
Este modelo tiene un conjunto de elementos propios de la innovación abierta, que lo hacen realmente interesante y motivador:
- Aprendizaje colaborativo peer to peer: Se trata de compañeros que cooperan entre ellos, explicando y enseñando conocimiento a otros estudiantes, con una relación de igual a igual.
- Gamificación: Se puede implementar un sistema digital de puntos que permita introducir procedimientos competitivos en el proyecto.
- Detección del talento: Todos los alumnos pueden participar en el proyecto, de acuerdo con las competencias y habilidades que tienen. En el expediente de los alumnos queda registrado como han generado sus Sabers, y por lo tanto cuáles son sus habilidades destacadas.
- Ahorro de recursos para el sistema educativo: Cada punto Saber ha facilitado un gran número de intercambios de conocimientos entre alumnos, y ha generado un ahorro en otros recursos educativos.
- Los estudiantes aprenden que se pueden obtener beneficios de la colaboración: mejores notas, conocimientos más sólidos, nuevos compañeros… Como en el caso del dinero, no siempre la mejor estrategia es la acumulación de riqueza, sino hacer que el dinero (o el Saber) circule…
El Saber nos ofrece por tanto buenas ideas para crear modelos exitosos de innovación en nuestras organizaciones.
